sábado, 6 de septiembre de 2008

LA CIUDAD ENVIDIADA

El otro día, escuchando un programa de radio, me llamó mucho la atención de que iba el asunto. Utilizaban una palabra anglosajona, que curiosamente apadrina un movimiento basado en dotar al individuo de calidad de vida. Se llama “slow city” (ciudad lenta) y se basa principalmente en desechar las prisas, el stress, alejado del ruido de vehículos, disfrutando de zonas peatonales y preciosos jardines. Para que todo sea perfecto, es necesario practicar el “slow-food” (comida lenta), que es lo contrario de fast-food (comida rápida). Para poder ser un municipio slow city, es necesario tener una población inferior a 50.000 habitantes, no ser capital y tener cerrado el casco antiguo al trafico, además de cumplir requisitos de carácter legislativo, medioambiental y turístico. Este movimiento ha empezado en Italia, donde ya tiene 63 ciudades. Los alcaldes trabajan para reducir el ruido, ponen autobuses eléctricos, protegen los productos de allí y ponen más parques y jardines, además de calles peatonales. Y han obligado a las tiendas a cerrar 2 días a la semana. La primera ciudad lenta fue la italiana Bra. En el año 2003, treinta ciudades europeas fueron declaradas slow cities y otras tantas lo habían solicitado. En España Pozo Alcón (Jaén) ya han logrado esa denominación y Nigüelas, en la granadina Sierra Nevada, está gestionando su adhesión al movimiento. Entre esas ciudades es curioso la ciudad Bra, el reloj del pueblo esta retrasado 30 minutos, donde además alberga la sede del movimiento slow food. Si vamos por puntos, en primer lugar, no me gustan las palabras anglosajonas, sobre todo si pueden ser sustituidas por palabras que utilizo Cervantes, ya que nuestro español, es probablemente el idioma más rico que existe, no sólo en vocabulario, sino en significados, pero aún así la globalización e Internet nos han obligado a asumir el uso cotidiano de palabras extranjeras que poseen o no, un equivalente en nuestra lengua. Como idea de ciudad, me parece estupenda, es como retroceder en el tiempo y hacer las paces con la naturaleza, pero en el fondo me siento herido como ciudadano del mundo, ya que limitar para conceder es jugar con ventaja, Cáceres es capital de provincia y por supuesto, tiene mas de cincuenta mil habitantes, pero señores, ¿Vds. han estado en Cáceres? En segundo lugar, quiero destacar que no hace falta poner un tope de habitantes, pues la forma de vida la marcan las personas y sus costumbres, no tiene sentido que en Madrid todas las personas corran en los andenes de metro, cuando, cada 5 minutos tienes uno, seria mas lógico correr en Cáceres, que los autobuses pasan cada cuarto de hora, pero aquí no corre nadie, parece que todos estamos jubilados. Ya no te cuento, si me encuentro con varios conocidos, que es muy frecuente, bla, bla, bla…, en andar cien metros, media hora, pero no pasa nada, lo primero, es lo primero. El tema de la comida resulta complicado, pues se de buena tinta, que en nuestra ciudad los restaurantes rápidos tienen grandes adeptos, pienso que mas por tema económico que por otra cosa, pero todos los que frecuentan ese tipo de establecimientos, también se pirran por una buena comida sosegada (las tencas, no se pueden comer con prisas), el vino bebido a grandes sorbos, puede sentar mal y los tomates de huertos cercanos o frutas orgánicas, como llaman ahora todas las que hemos comido de toda la vida, siempre han presidido las mesas de esta ciudad. Por ultimo, incidir que nuestro casco antiguo es de lo mejor que hay en España, que no se puede mermar la libertad de sus vecinos en la utilización de vehículos, pues mermaría también su calidad de vida. Y como de calidad de vida hablamos; sin desmerecer estos pueblitos tan organizados, puedo asegurar que Cáceres podría perfectamente ser la capital europea del movimiento “CIUDAD ENVIDIADA”. Los habitantes de nuestra ciudad divisan campo desde la mayoría de las calles, nuestro cielo de perfecto azul, es uno de los mas poblado de aves de toda España, nuestras costumbres de lo mas sosegadas, y de nuestra gastronomía, ¿que queréis que os cuente?. Mi hermano tiene adelantado el reloj del comedor veinte minutos, para poder llegar puntual (fijaos si se vive relajado), las relaciones interpersonales son de lujo, nuestro carácter es elogiado por todo el que nos trata, además de tener los alrededores campestres más variados que se pueda imaginar (sierra, huertas, llanos, dehesas…) para realizar todos los deportes de campo que nos apetezca, a tan solo cinco minutos del centro, andando, pero es cierto, que mis paisanos, abusan un poquito del utilitario, puede que esa sea la asignatura pendiente de nuestra forma de vida. Para terminar, permitirme una aclaración, pues alguien puede pensar que si no me gustan las palabras sajonas, ¿Cómo es que mi seudónimo es McArthur?, pues bien, los que me conocen saben perfectamente que este apodo no proviene del gran coloso americano, por eso, queridos amigos, quiero invitaros a todos a reflexionar sobre nuestra ciudad, animaros a disfrutar de lo nuestro, sencillamente, abusando de la habitual rutina sosegada con conocimiento de causa, ya veis, en otros lugares ansían nuestra forma de vida, la vida de nuestra “CIUDAD ENVIDIADA”.

2 comentarios:

Manuel Garcia Garcia dijo...

Muy bueno tu comentario sobre el movimiento Slow,soy de Pozo alcon,y poco tiene que ver con el movimiento Slow,te lo aseguro ,de todas maneras yo inteto y lucho por dar a conocer nuestro pueblo,cada vez es mas conocido por pertenecer al Sur de Cazorla,tiene mucho para ofertar desde el movimiento Slow,yo lo practico muchisimo en mi alojaminto rural www.haciendasierradelpozo.com,tabmien tengo un blog de Turismo rural Slow echale un vistazo haber que tal,y bueno estamos en contacto un saludo Manuel "Pinea",http://topcazorla.blogspot.com/ este blog es el dedicado al Slow,si quieres te publico tu refexion muy buena un saludo de nuevo.

Unknown dijo...

Manuel, tienes una bonita pagina con un clip de audio precioso, tus aficiones son encomiables y muy parecidas a las mías, también he entrado en tu blog y desde luego expresas perfectamente las pretensiones del movimiento slow. Te animo desde Cáceres a seguir haciendo turismo rural de calidad. No me importa que cuelgues mis reflexiones, siempre que no las saques de contexto, quiero que quede clara mi forma de pensar, no conozco Pozo alcon, pero por lo que he podido ver, vives rodeado de pura naturaleza y lo tendré en cuenta para mis próximos desplazamientos, la cascada que está detrás de ti es preciosa.
Estaremos en contacto, recibe un cordial saludo.

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El regreso a nuestros origenes, la pasión por la naturaleza.